Alrededor de la laguna hay unos hermosos lirios,
son los Hemerocallis, a quienes se les llama 'Flores de un día'
por la corta duración de sus flores.
Un poco más allá hay 'un caminito' de blancos Crocus,
tan bien alineados que parecen señales
para llegar a la morada de un duendecito.
para llegar a la morada de un duendecito.
También se ven flores de Gengibre entre otros Crocus,
así como un bello Iris silvestre.
Llegando al lado sur de la laguna me entretengo
mirando el mundo al revés.
Papirus, nubes, vegetación y cielo azul
danzan entre brillos del sol y las ondas creadas por
anaranjados peces en la superficie del agua.
Dejo la laguna atrás y voy camino a la gruta de la Virgen.
Mirando hacia arriba descubro entre las ramas de los árboles
a un Atrapamoscas sulfuroso (Tyrannopsis sulphurea).
Estando ya cerca de la gruta encuentro en el borde
de una hoja de Heliconia a una roja Mariquita (familia Coccinelillae).
Mi madre me enseñó una canción en catalán
que se le canta a las mariquitas para que salgan volando.
Se la canto y se va.
He llegado al final de mi recorrido.
La Virgen está serena y bella, entre colores cálidos de la gruta
y los violetas de unos Agapanthus.
Es tiempo de elevar un rezo y regresar a mi mesa de trabajo,
tengo una entrada al blog que publicar.
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