Sucedió que...

RECOGIENDO CAFE



El cafeto que crece junto a la oficina cerca del Bosque Nublado
estuvo cargado de frutos.
Ricardo, Octavio, Wolfgang y quien les escribe
estuvimos recogiendo todas las pepitas maduras hasta
donde alcanzaban nuestros brazos.



Con mucha paciencia y diversión
nos dimos a la tediosa labor de quitarle a cada fruto
la concha y pulpa rojas, dejando limpios los granos 
de color amarillento y pálido.


Al rato se nos acercó Silvestre y al ver lo que hacíamos
nos dijo que estábamos "decerezando".


Finalmente terminamos con una bandeja llena 
de semillas de café limpiecitas y otra llena 
de puros pellejos que luego echamos en el compostero.
Ofrecí llevarme los granos para seguir el proceso de secado,
desconchado y tostado en mi casa,
pero ese cuento lo echaré después.

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HALLAZGO

El viernes 23 de Enero, Julio, uno de nuestros jardineros
se encontró una culebra bastante llamativa
en el área de los invernaderos de abajo.
Sin pensarlo la agarró con las manos,
la metió en un frasco y la llevó a la oficina.
Cuando yo llegué, Patricia, nuestra biólogo y botánico, 
ya la tenía identificada como perteneciente 
al Género de las Corales.



Aunándome a la búsqueda encontré en Internet
de cuál de tantas se trataba, es una
Micrurus mipartitus rozei,
y su nombre como lo diríamos en criollo es
"Rabo de Ají".



Patricia contactó al experto herpetólogo Luis Navarrete
quien confirmó nuestra identificación,
añadiendo por su parte la información de que se trata
de la serpiente con el veneno más potente
de toda Venezuela.



Les presento a "Rabo de Ají", oriunda de Colombia y Venezuela.
Ejemplar adulto de unos 40-50cm de largo,
aunque puede llegar a medir de 80cm a un metro.
Nuestro ejemplar presenta una mancha negra 
en el anillo rojo de su cabeza que el Sr. Navarrete
nos indicó se trata de un lunar,
lo que además hace a ésta aún más 'única'.


En todo país tropical, y en todo terreno rodeado 
de montes silvestres es de esperar que animales
como este y otros estén presentes.
Es muy importante utilizar calzado grueso y cerrado
cuando se visitan estos sitios, 
y hay que tener presente que meter las manos en la maleza,
entre plantas frondosas o remover piedras
puede guardarnos sorpresas de este tipo.
Nuestro jardinero tuvo suerte y también 
la serpiente, ni el fue mordido ni ella eliminada.
El Sr. Navarrete  la llevó a sus laboratorios donde se mantendrá
viva y se extraerá su veneno para crear suero antiofídico,
que en el caso de la mordedura de esta culebra no lo hay,
precisamente por lo inusual que es conseguirla.



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