Los domingos familiares ofrecen diversas actividades educativas
de interés para chicos y grandes.
Los mayores disfrutan del cursillo de hidroponia,
así como de los consejos para hacer reciclaje,
y a los pequeños les encanta la amena clase
de siembra de semillas, previa mezcla de sustratos
a mano 'pelada'.
La instructora ya ha explicado qué tipos de elementos
hay que mezclar para crear un buen sustrato (tierrita)
para que las semillas nazcan sanas y fuertes.
Mientras los papás y mamás se ocupan de los bebés,
o asisten a otros cursillos,
abuelas y abuelos acompañan a sus expectantes
nietos durante toda la clase.
Ha llegado el momento que todo 'jardinero de alma' disfruta,
la metida de las manos en la tierra y revolverla.
Aunque a algunos.....no les entusiasma tanto como a otros.
Las manos bien embarraditas son la mejor prueba
de que el trabajo se realizó a conciencia.
Es tiempo de llenar los potecitos con la tierra
que estuvieron mezclando. El abuelo mira con interés.
Es hora de que cada quien reciba
sus semillitas para sembrar.
Se hace un huequito con el dedo, se deja caer la semilla adentro,
se tapa el huequito y ya está.
Solamente faltan unos últimos detalles.
Mojar la tierra un poquito.
Eso sí,...tiene que ser con la regadera 'especial'.
Después de meter el potecito dentro de una bolsa plástica,
se sopla para inflarla y se amarra con un nudo.
Esto hará que se produzca un mini efecto invernadero
que facilitará la germinación.
Una hoja con instrucciones indica el final de la clase.
Es hora de regresar a los jardines, quizás beber una botellita de agua
o un rico papelón con limón.
Después de eso iremos a observar a los tucusitos en sus bebederos
o vamos a aprender sobre cómo reciclar con efectividad
y buen gusto en el 'Jardín Reciclado'.
Hay tanto que ver y disfrutar que posiblemente
tendremos que regresar otro día para continuar nuestra
aventura entre naturaleza y aprendizage
aquí en Topotepuy.
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