El jueves pasado entré al invernadero de las calas,
desconozco sus nombres cientificos pero esto hoy no me preocupa.
Todas estaban sanas y hermosas, unas en su juventud lozana
y otras con las tonalidades y arrugas que sólo el haber vivido
a plenitud se consiguen.
Aqui tienen una muestra de ellas, con los sobrenombres
que mi imaginación creó mientras me paseaba
entre calas rosadas, rojas, verdes, blancas y combinaciones
de todos estos colores.
Preciosa y escondida asoma su bello rostro la cala bicolor.desconozco sus nombres cientificos pero esto hoy no me preocupa.
Todas estaban sanas y hermosas, unas en su juventud lozana
y otras con las tonalidades y arrugas que sólo el haber vivido
a plenitud se consiguen.
Aqui tienen una muestra de ellas, con los sobrenombres
que mi imaginación creó mientras me paseaba
entre calas rosadas, rojas, verdes, blancas y combinaciones
de todos estos colores.
Estas calas ancianas saben que su tiempo se acaba
pero no están tristes, se sienten honradas pues en sus días de esplendor
han estado adornando la gruta de la Virgen de nuestro bosque.
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